Todos los dueños de un piano se pregunta cada cuánto tiempo deben afinarlo, pero en realidad no hay una respuesta absoluta que se pueda considerar correcta. Depende de el uso que se le dé a ese piano.
En términos generales, para un uso diario de unas 2 horas (lo que viene siendo el tiempo que toca una estudiante de grado elemental o principio de grado medio) se debería afinar cada 6 meses o incluso se puede estirar la espera hasta un año, aunque no es recomendable, principalmente porque los estudiantes están en proceso de formación de su oído y es importante que oigan a diario un instrumento bien afinado.
Si se usa más intensivamente (profesionales del piano o estudiantes de grado medio y superior), el piano se debe afinar cuando el pianista detecte que los sonidos del instrumentos ya no son los que deberían ser. Es muy desagradable y contraeducativo tocar un instrumento desafinado y es algo que sólo lleva a la desmotivación y, a la larga, al abandono del instrumento, puesto que no nos está proporcionando la satisfacción que buscamos y tenderemos cada vez más a ir dejándolo de lado.
Es comprensible que las afinaciones del piano tienen un coste económico que hace que tengamos que distanciarlas en el tiempo, pero pensemos también en las consecuencias de tocar con el instrumento en malas condiciones: desmotivación y contraeducación del oído. En cualquier caso, se puede llegar a un acuerdo con el técnico de pianos para que, si se afina el instrumento con frecuencia, el precio se ajuste a las necesidades del cliente.