Afinar un piano es cambiar la tensión de cada una de sus cuerdas de modo que cada una de las teclas suene bien por sí sola y también en combinación con las demás teclas del piano.

Regular un piano es ajustar cada una de las variables que hay en su mecanismo para conseguir una pulsación perfecta.

Por lo tanto, la afinación afecta al sonido, mientras que la regulación afecta a la pulsación.

Depende mucho del uso que se le dé. Un estudiante de grado superior que estudia entre 5 y 10 horas diarias probablemente necesita que su instrumento se afine cada 3 meses, mientras que un piano que se utiliza con poca frecuencia suele necesitar una afinación al año. En general puede ser suficiente afinarlo una vez al año.

Estudiar piano es buscar la perfección sonora, y esto sólo se puede conseguir si el instrumento produce correctamente los sonidos que se pulsan. Estudiar en un piano desafinado es contraproducente para el entrenamiento del oído musical y desagradable para quienes lo escuchan. Ya decía Robert Schummann en sus «Consejos para la juventud», que «Ten siempre tu instrumento perfectamente afinado».

Los trabajos de regulación y restauración tienen garantía de 6 meses. La afinación tiene garantía de 3 meses, debido a que determinados estudiantes hacen un uso intensivo del instrumento que inevitablemente lleva consigo una duración más corta de la afinación del piano.

Por supuesto que sí. En estos casos el proceso es algo más largo, puesto que, en primer lugar, hay que conseguir llevar el instrumento a la altura correcta (entre 440 y 442 Hz.) y, una vez conseguido esto, ya afinar el piano de forma definitiva. Pero sí, en la mayor parte de los casos es perfectamente posible recuperar un instrumento después de muchos años de no ser usado ni mantenido.

Hay veces en las que se puede restaurar un instrumento en el domicilio del cliente, llevándonos a nuestro taller los elementos que pueden ser desmontados del piano y llevándolos de vuelta una vez restaurados o reparados. En otras ocasiones es preciso trasladar el piano a nuestro taller, cosa que se hace siempre por parte de transportistas especializados en pianos.

Los instrumentos electrónicos no se pueden desafinar, puesto que no tienen cuerdas que puedan perder su tensión. Sí es necesario repararlos de vez en cuando, en caso de que surja algún problema que impida que se puedan tocar apropiadamente. Desafortunadamente, nosotros no estamos especializados en este tipo de instrumentos y, por lo tanto, no podemos hacernos cargo de su reparación.

No es imposible, pero es muy poco recomendable. Las aplicaciones profesionales -que son las únicas que valen para afinar un piano- son muy costosas y dudosamente vale la pena hacer la inversión. Además, harían falta otros elementos tales como llaves de afinar y cuñas que no son tampoco precisamente baratos. Pero lo peor es el riesgo que se corre de que, al no tenerse experiencia ni conocimientos de la profesión, se puedan ocasionar daños al piano en elementos que son difíciles de reparar, tales como clavijero, clavijas o cuerdas.